Salvo casos muy concretos y que cabría que calificar como 'especiales', los humanos vivimos en grupo y necesitamos del mutuo apoyo para sobrevivir. La interrelación con los demás es un alimento emocional esencial y a su alrededor construimos nuestra estabilidad y equilibrio para que todo funcione y evolucione. ¿Te has detenido a pensar cómo influye lo que haces en los demás? ¿Cómo influye el tono, la corporalidad, los gestos y las palabras que eliges para comunicarte con tu familia o tus amigos? Piensa en lo que le pasa a tu hijo cuando le gritas o cuando pierdes la paciencia o cuando das un golpe en la pared después de recibir una mala noticia. Mira su rostro, sus manos y sus ojos, en el mismo momento que reciben el impacto de tus actos. Pon la mano en su corazón después de gritarle o de realizar algo con vigor, con exaltación y vehemencia y notarás sus latidos disparados. De la misma forma, puedes fijarte también en lo que sucede cuando les empoderas, les valoras y les declaras simpatía o cariño. Es mágico. Desconocemos el impacto que tienen nuestras acciones sobre los demás, siendo este mucho mayor de lo que imaginamos. Párate un momento y presta atención al impacto de todo lo que haces en la gente que te rodea. Así podrás comprobar que, a veces, exigimos una cosecha y un fruto que no estamos cultivando en absoluto.
La Lucha de Zafiro
- La lucha de Zafiro
- Soy una mujer en plenitud madre de 3 hijas adultas, 2 nietecitas y un nietecito; tranquila, gozando de todo lo que la vida me da, que todavía es mucho.....
Es absolutamente indispensable que entendamos que lo principal en toda relación es el Respeto, de ahí van a emanar todos los demás elementos tan urgentes y necesarios para una convivencia sana primeramente como Familia, ya que de ahí resulta todo lo demás. Entendamos que todo lo bueno o lo malo se aprende en el Hogar. Si tratamos de dar buenos principios y valores a nuestros hijos empezando por respetarse a ellos mismos primeramente para que de ahí nazca e lRespeto por los demás, viviremos en una sociedad mucho más estable emocional y dignamente. Creo ya lo merecemos para poder vivir en paz.
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