Como una tradición del Día de Muertos, el Museo Diego Rivera Anahuacalli dedica la ofrenda “Xantolo y Tenangos para Diego. Fiesta de Muertos en Hidalgo” a esa entidad para plasmar parte de su riqueza cultural, sobre todo gastronómica y artesanal.
Durante un recorrido en el recinto cultural, Virginia Hernández, colaboradora del espacio museístico, así como del Museo Frida Kahlo, explicó que como todos los años dedican la ofrenda al artista plástico Diego Rivera y en especial a un estado invitado, en esta ocasión a Hidalgo.
Precisó que la ofrenda, la cual se podrá admirar del 1 de noviembre al 12 de enero de 2014, contiene una parte de esas tradiciones culturales como la artesanía y colorido que decoran la misma, pero además el estado de Hidalgo prestó una parte de una colección de artesanía y textiles compuesta por mil piezas.
Dijo que cada año todo el personal del museo participa en el montaje de la ofrenda, primero con la de Diego Rivera, colocada en el centro con una fotografía del artista, acompañada de pan, veladoras, papel picado y agua, todo combinado con distintos elementos del estado invitado.
Para poner un poco de colorido, abundó Hernández, se incluyen escenas en cartonería, porque Diego Rivera y Frida Kahlo eran muy amantes del arte popular y tenían sus artesanos seleccionados, por lo tanto siempre hay este tipo de material en el altar.
En este ocasión se cuenta con cuatro escenas, la primera es el proceso del pulque, a partir de cómo se extrae el aguamiel y como se fermenta.
Otra escena es sobre una de las figuras más emblemáticas del país, el luchador profesional Rodolfo Guzmán Huerta conocido como “El Santo”, quien hizo más de 50 películas y reconocido en el Medio Oriente.
Una escena más es sobre la minería, que en Hidalgo ocupa un lugar importante en la producción de cemento, mármol y obsidiana.
Y por último, los Atlantes de Tula, que muestra la tradición tolteca que se dedicó a la ciencia, al arte y la guerra.
“Estas cuatro escenas son las que están en cartonería y dan una semblanza muy pequeña de lo que es la riqueza de Hidalgo”, precisó la colaboradora.
Para la elaboración de la ofrenda, Hernández señaló que se empieza con la selección del estado invitado, mucho antes de la fecha del Día de Muertos, para lo cual un equipo del personal del museo visita la entidad, sobre todo a los artesanos para tener o conocer lo que ellos hacen en sus comunidades.
“Después de la visita y de obtener toda la información, se empieza a trabajar en el montaje que toma prácticamente todo octubre, desde la planeación y el cartel.
Es todo un proceso creativo para luego construir la ofrenda, que lleva como siempre la comida, flor de cempasúchil, platos, jarros y fruta, entre muchos otros elementos”, apuntó.
El tradicional altar está acompañado de una exposición de tenangos, con más de 10 piezas colocadas en la parte baja del espacio donde se exhibe la ofrenda, entre los que destaca el textil en bordado en las grandes mantas con imágenes de casas, bailes con personajes, animales y figuras representativas de Hidalgo.