La Lucha de Zafiro

Mi foto
Soy una mujer en plenitud madre de 3 hijas adultas, 2 nietecitas y un nietecito; tranquila, gozando de todo lo que la vida me da, que todavía es mucho.....

sábado, 21 de noviembre de 2015

""" El mapa de un viaje a través del dolor """






"Las personas más bellas con las que me he encontrado 


son aquellas que han conocido la derrota,



 conocido el sufrimiento,



 conocido la lucha, 



conocido la perdida,



 y han encontrado su forma de salir de las profundidades. 



Estas  personas tienen una apreciación,



 una sensibilidad 



y una comprensión de la vida



 que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa.



 La gente bella no surge de la nada"






Elizabeth Kübler-Ross

""" Reflexiones sobre la mirada """

Resultado de imagen para fotografias de mirada



¿Puede una mirada identificar el vacío? Yo creo que no.


 Una mirada sabe reconocer el sufrimiento, puede comprobar la alegría; y a partir de ello establecer su propia relación de sentido. Lo que no puede hacer una mirada es quedar suspendida, ausentarse en el tiempo o a través de la memoria. Eso sería aún peor que la misma muerte.




Los detalles de la vida no pasan desapercibidos para unos ojos obligados a advertir el entorno que los rodea. 


Por miserables que aparezcan -o por bellos que puedan resultar- los detalles salen a la vista con la crudeza de una realidad desnuda.



Eso sí, cabe distinguir un tipo de miradas de las otras: las miradas profundas. Capaces de atravesar el vértigo de lo cotidiano y lo -al menos en apariencia- intrascendente, para alcanzar la verdadera realización de la conciencia humana.



 Las miradas simples vienen y van, pero no se comunican.



 En cambio, las miradas profundas abren la perspectiva a nuevas posibilidades, esta es sin duda la singularidad de su naturaleza.



 Aprenden a identificarse unas a otras y están listas para entablar diálogos extensos… incluso llegan a descender por una espiral de afectos y pasiones que pueden resultar peligrosos e inestables (como ráfagas de sensibilidad y compasión absolutas).



En suma, ver más allá de las cosas simples supone un trabajo doloroso… y no por ello merecedor de la reconciliación o el olvido.


 Quien aprende a mirar de forma profunda jamás será capaz de verse a sí mismo en un espejo, porque es su propio ser el que   yace roto.



 Quien aprende a mirar de forma profunda sólo es capaz de reconocer una verdad absurda, devastadora: la insondable fractura que atraviesa nuestra cercanía y contacto.





             Cosas que algunos muchachos no se atreven a contar

viernes, 20 de noviembre de 2015

""" 6 cualidades de las Mujeres Exitosas """



mujeres exitosas



Cada persona tiene su propio concepto del éxito. Sin embargo, no podemos negar que hay muchas mujeres en la historia antigua y moderna que reconocemos como exitosas. Esto se debe a que cumplen con un mismo patrón: han hecho cosas increíbles en su vida. Encontramos a estas mujeres en todas las áreas de la vida y nos inspiran con sus acciones.

Es común preguntarse cuáles son las cualidades de las mujeres exitosas. La realidad es que no son especiales porque tengan superpoderes como las heroínas de las historietas. Lo son porque han adoptado una filosofía de vida en donde ellas toman el control de sí mismas y de su mundo. ¿Quieres saber cuáles son las principales cualidades de la mujeres exitosas? Sigue leyendo y descúbrelas.


1. Se apasionan con lo que hacen




La vida diaria es compleja en todos sus aspectos. Incluso si profesionalmente haces lo que te gusta y tu familia es todo lo que soñaste, habrá momentos en que te sentirás un poco decaída. Por eso, las mujeres exitosas se aseguran de que la pasión sea parte de su vida.
Innovar y hacer algo nuevo siempre que puedas, trabajar en aquello que te motive a levantarte cada mañana y tener momentos especiales con tu familia son cosas vitales para tu bienestar.


Mujer pintando un cuadro

2. No buscan la Perfección

Uno de los mayores secretos que las mujeres exitosas han aprendido es que laperfección es imposible de alcanzar. Saben que está bien ponerse metas y pensar en grande siempre que no se obsesionen con lo que es imposible.
En lugar de ello, se concentran en vivir y disfrutar de cada momento. Para sumarte a la lista de mujeres exitosas debes recordar que las cosas no siempre te saldrán bien por lo que hay que aprender a vivir el momento.


3. Saben cuándo tomar el control y cuándo dejarlo




Las mujeres exitosas son capaces de hacerse con el control de su vida, de sus relaciones y de su carrera siempre que es necesario. Saben que esto implica crear sus propias reglas y lograr que el ambiente juegue con ellas de forma amable e inteligente.
Pero van más allá porque también son capaces de dejarlo cuando su salud mental y emocional se los pide. Ellas logran el equilibrio porque están dispuestas a negociar con las personas que las rodea.


4. Se casan bien o no lo hacen




El matrimonio es uno de los temas más difíciles de tratar para muchas mujeres. No es ningún secreto que en nuestra sociedad se espera que llegada a una determinada edad te cases y tengas hijos. Esto puede ocasionar que muchas mujeres acepten casarse con la persona que se los pida sin importar si es o no la que esperan.
Las mujeres exitosas no siguen esta tendencia. Todo lo contrario, tienen tanta seguridad en ellas mismas y están tan convencidas de lo que valen que solo aceptan casarse si así lo desean.
Prefieren vivir y disfrutar su soltería hasta estar convencidas de que su pareja las apoyará y crecerá con ellas al mismo ritmo. Si se han equivocado también son capaces de dar marcha atrás de ser necesario.


5. Toman riesgos




La mejor forma de alcanzar el éxito es buscándolo y esto solo es posible si sales de tuzona de confort. Las mujeres exitosas no se limitan a tomar decisiones fáciles o a vivir su vida basada en la comodidad.
Van más allá y apuestan por actividades que les representen un reto. Esto les permite aprender algo nuevo cada día al tiempo que avanzan en su objetivos de vida, profesionales y emocionales.


    6.  Se aseguran de tener tiempo a solas




Mujer haciendo meditación


Otra cosa que las mujeres exitosas tienen clara es que deben darse un momento a solas cada día. No importa si tu día está repleto de obligaciones personales o laborales, 20 minutos al día son suficientes. Durante este descanso debes olvidarte por un momento de todos los pendientes, meditar en lo que estás haciendo y crear nuevas metas.

Para evitar que se te olvide tomar este tiempo a solas puedes programar tu alarma y, llegado el momento, apagar el celular, la computadora y todo lo que te pueda distraer.Aprovecha para practicar yoga, leer un poco, meditar o simplemente no hacer nada.


El éxito es más que lo material




Aunque la idea general que tenemos del éxito va enfocada a tener mucho dinero y posesiones materiales, las mujeres exitosas lo ven distinto. Claro que el dinero les es importante, pero lo es más el sentirse plenas y a gusto con lo que hacen.

Sonríen y lloran cuando deben hacerlo, trabajan duro y se permiten descansar cuando ha llegado el momento. ¿Qué es el éxito para ti? ¿Lo has alcanzado?

La Mente es Maravillosa

jueves, 19 de noviembre de 2015

""" Una Lágrima """





Una lágrima: es eso que humedece los ojos del mundo. Y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir alguna vez.
A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.
Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, una interrogante. Una lágrima: puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano.
Una lágrima: es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda. Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.
La lágrima transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse. La lágrima descubre. El que ingnora tus motivos, no te conoce.
La lágrima es un don.
Vía Renuevo de Plenitud

miércoles, 18 de noviembre de 2015

""" No es lo que dices, sino cómo lo dices """

No es lo que dices es cómo lo dices


En “El principito” se dice que “el lenguaje es fuente de mal entendimiento”. La frase es muy sabia, si tomamos en cuenta que no es nada fácil convertir nuestros pensamientos en palabras y expresarlas de tal modo que nuestro interlocutor las comprenda completamente.
De hecho, nuestros mensajes nunca son comprendidos en un 100%. Si alguien dice, por ejemplo, “estoy enamorado”, se refiere a una realidad que difícilmente va a ser entendida por el otro totalmente.
“Estoy enamorado” puede ser sinónimo de estar ilusionado, haber logrado un vínculo muy estrecho con la pareja, o sentirse simplemente muy atraído por otra persona. Tendríamos que conocer mucho a alguien para saber qué dice cuando dice “estoy enamorado”.
                                 
 “Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras.”
-William Shakespeare-
Así mismo, las palabras no son la única fuente de comunicación, pues son acompañadas por las actitudes, los gestos, las posturas. Se puede decir algo con la lengua y otra cosa totalmente opuesta con el tono, la mirada o la actitud en general. De ahí que aprender a comunicarnos sea un verdadero arte.


Lo que dices…


mujer rosa en el pecho



El mayor desafío de la comunicación se produce cuando hablamos de nuestro mundo interior. Especialmente de
nuestros sentimientos, emociones o percepciones. Además de que no es fácil poner todo eso en palabras, resulta imposible desligarnos de los sentimientos, emociones y percepciones que podemos generar al decir algo. Para comunicar algo, siempre tomamos en cuenta la reacción que desatamos en quien nos escucha.
No nos comunicamos solamente para transmitir una información, sino queprincipalmente buscamos incidir de alguna manera en nuestros interlocutores. Queremos que nos crean, que nos admiren, que nos validen, que nos comprendan.
Pero a veces también buscamos que nos teman, nos obedezcan, nos permitan imponernos o que se sientan lastimados, heridos. A veces somos conscientes de esto y a veces no. Por extraño que parezca, en ocasiones nuestro propósito al comunicarnos es crear confusiones. No que nos entiendan, sino que dejen de entendernos.
Es precisamente la intención lo que define la esencia de cada mensaje. Se puede halagar a alguien para reconocer sus virtudes, pero también para adular a esa persona y hacerla más vulnerable a algún tipo de manipulación que queremos poner en marcha.
Esa intención, sin embargo, muchas veces no es clara ni siquiera para nosotros mismos. Pensamos que nuestro objetivo es “sacar a otro de su error”, pero no hemos considerado la posibilidad de que sea el otro quien tenga la razón.
Creemos que el propósito es desnudar nuestros sentimientos, pero ignoramos el hecho de que muy en el fondo lo que en realidad estamos buscando es compasión o reafirmación. Y si no las obtenernos, aseguramos que no comprendieron ni una letra de lo que dijimos.

Más allá de las palabras



mujer pájaros en el cabello



La comunicación humana es un proceso complejo, que siempre tiene algún grado de equívoco. No depende solamente de las palabras que empleamos para decir las cosas (aunque estas son muy importantes), sino de un sinnúmero de circunstancias.
Hay que tomar en cuenta el momento, el lugar, el interlocutor. Pero principalmente tiene que haber un gran esfuerzo para asegurarnos, hasta donde sea posible, de que decimos realmente lo que queremos decir. Los seres humanos estamos comunicando todo el tiempo. Con la expresión de nuestro rostro, la forma en que nos vestimos, en que caminamos, nuestra mirada y un largo etcétera.
De este modo, buena parte de nuestros mensajes se libran en el plano del inconsciente. Cuando decimos que alguien nos “da mala espina”, es porque nos ha comunicado con sus gestos y actitudes que aparentemente no es confiable. Igual al contrario. Eso que comunicamos en todo momento de nosotros mismos genera el precedente para vínculos constructivos, destructivos o neutrales.
Los vínculos cotidianos, con el señor que nos vende la leche por ejemplo, estarán impregnados de sensaciones y emociones a las que probablemente no les demos mucha importancia. Pero cuando se trata de los grandes vínculos en nuestra vida, el tema de la comunicación se vuelve relevante.
Los vínculos estrechos están llenos de elementos comunicativos.





Las palabras, los silencios, las miradas, todo en realidad tiene algún
significado.



Es entonces cuando resulta más importante que nunca generar mecanismos para que los mensajes fluyan de una manera sana. Para lograrlo es importante erradicar ciertas fórmulas de comunicación y alimentar otras.
Básicamente es necesario aprender a comunicarnos desde el afecto. Aludir a lo que sentimos, de la manera más clara posible y evitar la desastrosa costumbre de referirnos a lo que siente el otro. ¿Cómo es que tú sabes que siente otra persona, si, seguramente, no conoces del todo lo que sientes tú mismo?
La comunicación agresiva siempre deja huellas profundas. Los únicos acompañantes de la ira deben ser el silencio y la pausa. Si no es así, es muy probable que deformemos lo que realmente queríamos decir.

pareja hablando



La buena comunicación exige serenidad y pertinencia. Buscar el momento, el lugar y el estado de ánimo adecuado para tratar temas difíciles. Dejar fluir espontáneamente nuestros afectos cuando estamos tranquilos y abiertos a los demás.

En realidad, lo que entorpece la comunicación no es lo que dices, sino la forma como lo dices. Y lo que enriquece un vínculo importante es tener la delicadeza de escoger las mejores formas para decirnos y decirles a otros lo que sentimos y pensamos.




La Mente es Maravillosa