La Lucha de Zafiro

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Soy una mujer en plenitud madre de 3 hijas adultas, 2 nietecitas y un nietecito; tranquila, gozando de todo lo que la vida me da, que todavía es mucho.....

viernes, 30 de septiembre de 2016

""" Abrazar, consolar y atender no es malcriar, también es educar """


mamá con bebé


Malcriar no tiene nada que ver con consolar, con atender necesidades, con apagar miedos o nutrir con abrazos o caricias. Quien “mal cría” es quien no hace caso y abandona, quien comete el error de pensar que la mente de un bebé es como la de un adulto que entiende de manipulaciones o chantajes.
En un interesante estudio sobre inteligencia afectiva se demostró que lo que más experimentan los bebés a lo largo del día es dolor psicológico. Mucho más que el dolor físico. Es sin duda un detalle que vale la pena tener en cuenta: el sufrimiento emocional de los más pequeños tiene que ver con factores como el hambre, el miedo o la sensación de inseguridad.

Son factores instintivos que implican un malestar auténtico, y esto es algo que cada niño va a demostrar de un modo particular y diferente a los demás. Habrá bebés más demandantes que otros y por ello, como madres, hemos de entender la realidad particular de cada criatura sabiendo que quien atiende necesidades no malcría. Que ofrecer seguridad y estrategias es educar.
Te invitamos a profundizar en este tema que en ocasiones, suscita cierta polémica. 

Consolar, el arte de entender necesidades

Si un amigo nuestro llora no lo dejamos que lo haga hasta que se agote. Si nuestra pareja, nuestra hermana o nuestro padre lloran no los dejamos en una habitación hasta que se les pase. ¿Por qué hemos de hacerlo también con nuestros hijos?
Consolar es el arte excepcional de saber intuir necesidades y saber desplegar adecuadas estrategias de atención para sanar esos dolores psíquicos o emocionales. Por ello, en ocasiones, no basta con decir “cálmate, no pasa nada”, para un niño pequeño lo que confiere mayor poder de consuelo es el contacto físico y ese tono de voz capaz de hablar con calma y cercanía.

madre e hija


Son pequeñas cosas que generan auténticas improntas en el cerebro de un bebé que está madurando y donde cualquier estímulo, así como cualquier carencia, va a determinar su posterior desarrollo. Veamos más aspectos de interés.

La sabiduría del “biencriar”

Los términos son importantes en nuestro lenguaje, pero en ocasiones las expresiones más populares suelen ver siempre comportamientos patológicos donde solo hay procesos naturales. Es muy posible, por ejemplo, que también tú te hayas visto en la situación de tener que soportar los comentarios de tus amigos o familiares cuando coges en brazos a tus hijos para aliviar su llanto o su enfado.
“Lo estás malcriando”, nos dicen. Nosotras callamos sabiendo que no es así, porque entendemos que un refuerzo positivo en el instante acertado evita rabietas, reduce el estrés y consigue que nuestros niños se sientan más seguros para ir explorando su entorno a su ritmo.
  • La sabiduría del biencriar sabe que que las consecuencia del llanto prolongado y no atendido trae efectos no deseados. Desde el punto de vista neurológico lo que ocasiona es que haya estrés, y un nivel elevado de cortisol altera la química de los neurotransmisores, se intensifica el miedo y una mayor necesidad de atención.


La sabiduría del biencrear sabe que consolar, abrazar y “estar presente” mejora el vínculo con nuestros hijos. Nuestros niños van a necesitar de este apego seguro a lo largo de sus tres primeros años. Es una etapa donde sus necesidades vitales suelen ser simples pero esenciales: seguridad, afecto, reconocimiento y disfrutar de estímulos enriquecedores con los que favorecer la conectividad neuronal.

Un niño al que se le deja llorar hasta que se agote o al que no recibe abrazos o caricias es un bebé que construye una idea del mundo algo hostil, un escenario del que “siempre estará esperando cosas”, un mundo del que defenderse a veces con ira, o del que esperar refuerzos con los que encontrarse a sí mismo.
No es lo adecuado.

familia practicando el arte de consolar

Promover el desarrollo emocional para ayudar a crecer
La educación emocional no empieza cuando un niño es ya competente a la hora de comunicarse, cuando hemos ya de poner reglas, de marcar límites y negociar normas. Un bebé de ocho meses que nos tira del pelo cuando se enfada es una persona que busca canalizar su rabia y su frustración.
  • La educación emocional empieza desde el primer día en que dejamos a nuestro bebé en la cuna después de llegar del hospital. Después de dar a luz. No podemos olvidar que el primer anclaje emocional se origina nada más nacer, con ese primer contacto piel con piel entre el bebé y su madre.
  • La lactancia materna es un pilar maravilloso para seguir construyendo ese vínculo que transmite seguridad, calma y bienestar. Más tarde, el arte de consolar de manera respetuosa le permitirá seguir creciendo en seguridad.
  • Atender las reacciones negativas tampoco es malcriar. El niño de dos años que tira un juguete al suelo con rabia o que araña a su hermano o a su madre, esconde una emoción que lo sobrepasa y que hay que saber canalizar, entender y gestionar.


mujer con bebé que se siente sola



La tarea de entender emociones y trabajarlas es algo que requiere paciencia e intuición, algo que nunca deberemos pasar por alto “solo porque son pequeños”.Las cosas pequeñas de ahora pueden transformarse en grandes abismos el día de mañana, por ello, es necesario que prestemos atención, que los alimentemos con emociones positivas poniendo en práctica el arte del biencriar.


eres
Mamá

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Sylvia Karina




""" Abrazar, consolar y atender no es malcriar, también es educar """


mamá con bebé


Malcriar no tiene nada que ver con consolar, con atender necesidades, con apagar miedos o nutrir con abrazos o caricias. Quien “mal cría” es quien no hace caso y abandona, quien comete el error de pensar que la mente de un bebé es como la de un adulto que entiende de manipulaciones o chantajes.
En un interesante estudio sobre inteligencia afectiva se demostró que lo que más experimentan los bebés a lo largo del día es dolor psicológico. Mucho más que el dolor físico. Es sin duda un detalle que vale la pena tener en cuenta: el sufrimiento emocional de los más pequeños tiene que ver con factores como el hambre, el miedo o la sensación de inseguridad.

Son factores instintivos que implican un malestar auténtico, y esto es algo que cada niño va a demostrar de un modo particular y diferente a los demás. Habrá bebés más demandantes que otros y por ello, como madres, hemos de entender la realidad particular de cada criatura sabiendo que quien atiende necesidades no malcría. Que ofrecer seguridad y estrategias es educar.
Te invitamos a profundizar en este tema que en ocasiones, suscita cierta polémica. 

Consolar, el arte de entender necesidades

Si un amigo nuestro llora no lo dejamos que lo haga hasta que se agote. Si nuestra pareja, nuestra hermana o nuestro padre lloran no los dejamos en una habitación hasta que se les pase. ¿Por qué hemos de hacerlo también con nuestros hijos?
Consolar es el arte excepcional de saber intuir necesidades y saber desplegar adecuadas estrategias de atención para sanar esos dolores psíquicos o emocionales. Por ello, en ocasiones, no basta con decir “cálmate, no pasa nada”, para un niño pequeño lo que confiere mayor poder de consuelo es el contacto físico y ese tono de voz capaz de hablar con calma y cercanía.

madre e hija


Son pequeñas cosas que generan auténticas improntas en el cerebro de un bebé que está madurando y donde cualquier estímulo, así como cualquier carencia, va a determinar su posterior desarrollo. Veamos más aspectos de interés.

La sabiduría del “biencriar”

Los términos son importantes en nuestro lenguaje, pero en ocasiones las expresiones más populares suelen ver siempre comportamientos patológicos donde solo hay procesos naturales. Es muy posible, por ejemplo, que también tú te hayas visto en la situación de tener que soportar los comentarios de tus amigos o familiares cuando coges en brazos a tus hijos para aliviar su llanto o su enfado.
“Lo estás malcriando”, nos dicen. Nosotras callamos sabiendo que no es así, porque entendemos que un refuerzo positivo en el instante acertado evita rabietas, reduce el estrés y consigue que nuestros niños se sientan más seguros para ir explorando su entorno a su ritmo.
  • La sabiduría del biencriar sabe que que las consecuencia del llanto prolongado y no atendido trae efectos no deseados. Desde el punto de vista neurológico lo que ocasiona es que haya estrés, y un nivel elevado de cortisol altera la química de los neurotransmisores, se intensifica el miedo y una mayor necesidad de atención.


La sabiduría del biencrear sabe que consolar, abrazar y “estar presente” mejora el vínculo con nuestros hijos. Nuestros niños van a necesitar de este apego seguro a lo largo de sus tres primeros años. Es una etapa donde sus necesidades vitales suelen ser simples pero esenciales: seguridad, afecto, reconocimiento y disfrutar de estímulos enriquecedores con los que favorecer la conectividad neuronal.

Un niño al que se le deja llorar hasta que se agote o al que no recibe abrazos o caricias es un bebé que construye una idea del mundo algo hostil, un escenario del que “siempre estará esperando cosas”, un mundo del que defenderse a veces con ira, o del que esperar refuerzos con los que encontrarse a sí mismo.
No es lo adecuado.

familia practicando el arte de consolar

Promover el desarrollo emocional para ayudar a crecer
La educación emocional no empieza cuando un niño es ya competente a la hora de comunicarse, cuando hemos ya de poner reglas, de marcar límites y negociar normas. Un bebé de ocho meses que nos tira del pelo cuando se enfada es una persona que busca canalizar su rabia y su frustración.
  • La educación emocional empieza desde el primer día en que dejamos a nuestro bebé en la cuna después de llegar del hospital. Después de dar a luz. No podemos olvidar que el primer anclaje emocional se origina nada más nacer, con ese primer contacto piel con piel entre el bebé y su madre.
  • La lactancia materna es un pilar maravilloso para seguir construyendo ese vínculo que transmite seguridad, calma y bienestar. Más tarde, el arte de consolar de manera respetuosa le permitirá seguir creciendo en seguridad.
  • Atender las reacciones negativas tampoco es malcriar. El niño de dos años que tira un juguete al suelo con rabia o que araña a su hermano o a su madre, esconde una emoción que lo sobrepasa y que hay que saber canalizar, entender y gestionar.


mujer con bebé que se siente sola



La tarea de entender emociones y trabajarlas es algo que requiere paciencia e intuición, algo que nunca deberemos pasar por alto “solo porque son pequeños”.Las cosas pequeñas de ahora pueden transformarse en grandes abismos el día de mañana, por ello, es necesario que prestemos atención, que los alimentemos con emociones positivas poniendo en práctica el arte del biencriar.


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jueves, 22 de septiembre de 2016

¡¡¡ Cuidado !!!





Y ello nos alimenta el Alma


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miércoles, 14 de septiembre de 2016

""" Chiles en Nogada """




Exquisito platillo...orgullo de la gastronomìa mexicana
""" Chiles en Nogada """

Hay diferentes versiones acerca de la aparición de los chiles en nogada en la mesa mexicana, se sabe que data de 1821, año en el cual Agustín de Iturbide firmó el Acta de Independencia de México y de los Tratados de Córdoba. Algunos cuentan que fueron las madres agustinas del Convento de Santa Mónica en Puebla las que al saber que don Agustín estaría en esa ciudad para celebrar su santo, el 28 de agosto, decidieron elaborar un platillo que recordara los colores de la bandera del Ejército Trigarante: verde, blanco y rojo, siendo justamente el mes en el que en ese estado se cosechan las nueces de Castilla y las granadas, se les ocurrió, después de mucho pensar, hacer esta maravilla de platillo.

Tomaron unos chiles poblanos, los asaron, pelaron y los limpiaron muy bien por dentro y a continuación procedieron a rellenarlos con un picadillo rico en ingredientes y sabores a base de carne de cerdo, jitomate, cebolla, ajo, frutas de la estación, nueces, almendras, piñones y diversas especias. Ya sólo faltaba, entonces, preparar la salsa con la que iban a cubrirlos, y qué mejor que hacer una muy original a base de nueces de Castilla frescas. Pusieron manos a la obra y lo primero que hicieron fue pelarlas perfectamente, quitándoles hasta el último pellejito de la delgada piel que las cubre, luego las molieron en el metate con queso fresco y un poco de azúcar; una vez bien remolida, la mezclaron con leche, le añadieron un poco de vino jerez y quedó lista: ni muy espesa ni muy aguada, con el punto perfecto para cubrir los chiles. Ahora sólo faltaba terminar el platillo. Capearon los chiles con huevo batido, los frieron, los acomodaron en sendos platones, los bañaron con la salsa y adornaron con rojos granos de granada y hojas de perejil, para lograr así los colores de la bandera.


Por otro lado, el escritor Artemio del Valle Arizpe dice que en el regimiento de don Agustín se encontraban tres soldados que tenían novias en Puebla. Ellas quisieron recibirlos con un platillo especial que debía tener los colores de su uniforme, los de la bandera trigarante. Cada una buscó el ingrediente que llevara uno de los colores y no quisieron recurrir a ningún recetario. Le rezaron a la Virgen del Rosario y a San Pascual Bailón para que las iluminara, se pusieron a cocinar y el resultado fue el que ya conocemos.

¿Cuál será la verdadera historia? Quién sabe, lo importante es que ha conservado la pureza de su receta y ya forma parte de nuestro patrimonio, conocido en todo el mundo.



La imagen puede contener: comida

martes, 13 de septiembre de 2016

La Lucha de Zafiro.: " El Perdón "

La Lucha de Zafiro.: " El Perdón "

""" SER FELIZ """


Ser feliz no es tener una vida perfecta. Es usar las lágrimas para regar la tolerancia. Usar las pérdidas para entrenar la paciencia. Usar los errores para esculpir la serenidad. Usar el dolor para lapidar el placer. Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.


Nunca te rindas.... Nunca renuncies a las personas que amas. Nunca renuncies a la felicidad, porque la vida es un espectáculo increíble ".

Augusto Cury

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Insight

jueves, 8 de septiembre de 2016

""" No somos Islas """











Las últimas semanas, hemos oído con frecuencia de pueblos enteros aislados por la nieve y las inclemencias meteorológicas. En la vida cotidiana hablamos de aislarnos, o de estar aislados, como sinónimos de una profunda separación de los demás. Nos sentimos islas, con un gran vacío en derredor. Estamos incomunicados por una decisión personal o debido quizáa un castigo inconsciente de los demás.

El teólogo y poeta americano Thomas Merton escribió un libro muy interesante titulado “Los hombres no son islas” en el que describe nuestras profunda, invisible y fecunda vinculación con las personas que nos rodean, y más allá con todo el género humano por más que intentemos alejarnos, aislarnos o desvincularnos de los demás.

No somos islas, formamos parte de una sociedad, y aunque no lo sospechemos, aunque no lo queramos, e incluso aunque tratemos de evitarlo, nuestros actos, de cualquier signo, tienen una repercusión directa o indirecta sobre los demás y sobre nuestro entorno. Como la piedra arrojada al estanque, nuestros actos, en ondas imperceptibles se extienden y alcanzan a quienes nos rodean, e inversamente esas mismas personas, nuestro ambiente social y las noticias que nos llegan de los lugares más lejanos, afectan de una manera u otra nuestro pensamiento, lo que sentimos y cómo actuamos. Los ecos del reciente cataclismo de Haití son un claro ejemplo que sirve para preguntarnos en que medida algo tan lejano ha influido o está influyendo en nosotros.

Es evidente que no podemos aislarnos de los demás por muy solos que nos encontremos, por muy alejados que estemos, pero es igualmente evidente que nadie puede tampoco aislarnos completamente de la comunidad. Nos pueden negar el saludo y la palabra, nos pueden incluso encerrar o incomunicar, o sencillamente pueden crear el vacío en torno a nosotros con su silencio, pero, nadie puede poner rejas a nuestros pensamiento ni a nuestros sentimientos. Gracias a ello las víctimas de secuestros y encierros han podido resistir la privación de libertad en celdas de castigo o en zulos terroristas. Con sus pensamientos, con sus emociones con el recuerdo de sus vivencias han podido lanzar puentes hacia el exterior y sentirse unidos a sus familias, a sus amigos, a sus iguales, sin olvidar que el sentimiento de odio o venganza hacia el enemigo también es otra forma de sentirse vinculado.

Aunque de forma teórica estemos siempre dispuestos a comprender lo anterior y a aceptar que nadie puede aislar a los demás o aislarse a sí mismo de manera absoluta, que duda cabe que en momentos de nuestra vida podemos llegar a sufrir un intenso e insoportable sentimiento de aislamiento. Surge entonces la necesidad de encontrar un eco, alguien con quien desahogarnos, una mano tendida o sencillamente el convencimiento de que al otro lado, si quisiéramos, alguien escucharía nuestra voz.

Por eso mismo nos toca también a nosotros vigilar nuestros comportamientos para no hacer invisibles a los que nos rodean como es el caso del vecino que cruzamos todos los días en la escalera pero ignoramos su nombre, o el piso en el que vive, o el caso del compañero de trabajo de quien ignoramos todo de su familia, de sus gustos o de sus aficiones porque para nosotros sólo son bultos, seres anónimos.

Cada vez que convertimos a nuestros vecinos de rellano, de cafetería o de autobús en meras sombras no sólo nos aislamos y aislamos a quienes nos rodean sino que empequeñecemos nuestros horizontes y las dimensiones de nuestro mundo.







(Thomas Merton)

jueves, 1 de septiembre de 2016

""" Lo que tengo ahora es calma, y me costó muchas tormentas encontrarla """

Lo que tengo ahora es calma, y me costó muchas tormentas encontrarla



Lo que tengo ahora es calma, y me costó muchas tormentas encontrarla. Porque a veces, no basta con pasar de página o cambiar de libro, la auténtica sabiduría está en reinterpretar lo que ya está escrito y entender además que cuando hay calma en tu interior, la adversidad solo es parte del paisaje.
Todos hemos vivido momentos caóticos, días complicados y hasta etapas existenciales verdaderamente difíciles. A pesar de que la mente nos demande calma y sosiego, nuestro cerebro está inmerso en otro tipo de discurso. La activación neuroquímica propiciada por el estrés y la ansiedad nos aleja de ese punto de sutil equilibrio. Somos incapaces de encontrar esa sintonía con la cual, situarnos por encima de las presiones del entorno.
Hay un aspecto que conviene dejar claro. Cuando hablamos de calma no hablamos de rendición. La persona que opta por adquirir una actitud calmada y tranquila hacia las dificultades de la vida no se está “dejando llevar”. Al contrario, se trata de encontrar esa armonía interior donde los pensamientos, deseos y capacidades  logran actuar en congruencia y con sabiduría.


gif flores


Alcanzar la calma en un mundo de incesante ruido




Alcanzar la calma en un mundo de incesante ruido no se consigue de un día para otro. En especial, si nos permitimos ser permeables. Vivimos en mundo caótico donde recibimos exigencias de todos nuestros entornos. Debemos ser buenos ciudadanos, trabajadores productivos, buenos hijos, excelentes padres y amigos excepcionales.


Con el término “debemos ser” que nos impone la sociedad, se desvanece en ocasiones aquello de“quién soy yo”. Jules Evans, director del “Centro de la historia de las Emociones” de la Universidad de Londres, nos explica a través de sus ensayos sobre ansiedad y depresión que en este mundo acelerado nos limitamos en muchos casos a improvisar, mientras nuestras emociones se descontrolan. Perdemos ese equilibrio interior y nos alejamos de las raíces que nutren nuestro ser.
La calma y el equilibrio interior son un bien muy preciado. No hablamos de espiritualidad, hablamos ante todo de salud y bienestar. Porque quien no tiene calma, habita en una isla de incesante ruido donde será incapaz de tomar decisiones correctas. Asimismo, la mente inquieta se convierte en nuestra peor enemiga, hasta el punto de llevarnos a los senderos de la indefensión, la falta de control y posiblemente, a la deriva de una depresión.
Debemos tomar el Control


pies flores




Lamentees
Maravillosa