Los sabios despistados al estilo del 'profesor chiflado' o los alocados
inventores concebidos por Walt Disney pertenecen más al terreno de la ficción
que al de la dura realidad, donde la capacidad de mantener la atención es
fundamental para desarrollar con éxito muchas de nuestras tareas cotidianas.
Sin
embargo, una nueva investigación ha revelado una inesperada relación entre la
tendencia a distraerse con cualquier cosa y el tamaño del cerebro, concreta mente del lóbulo parietal superior.
Las personas que se distraen con más facilidad suelen tener, de acuerdo a
estos resultados, un mayor volumen de materia gris en esta región cerebral.
Es
decir, tienen más densidad de neuronas en una de las áreas que, precisamente, se
utiliza en la acción de prestar atención a una tarea. El descubrimiento es contra intuitivo, como reconocen sus autores, porque tener más células grises
debería suponer un mejor resultado a la hora de mantener la concentración. Pero
la realidad es justo la contraria.
"Es un poco chocante que la capacidad de esta región sea peor cuando su
tamaño es mayor", reconoce a ELMUNDO.es el investigador Ryota Kanai,
neurocientífico del University College de Londres y principal firmante de la
investigación, publicada en 'The Journal of Neuroscience'. En cualquier caso,
estos resultados no indican una mayor o menor inteligencia, sino que tan sólo
constatan una relación entre la morfología de este área cerebral -lo que no
excluye que otras puedan estar también involucradas- y la capacidad de
atención.
Los investigadores realizaron pruebas para medir la facilidad con que se
distraía ('distractibility', en inglés) un grupo de 145 voluntarios, y
comprobaron que los más dados a olvidarse de las tareas que estaban realizando
-como ir al supermercado y no recordar para qué, por ejemplo- eran también los
que más volumen neuronal presentaban en el lóbulo parietal superior. En otro
experimento, 15 participantes realizaron una serie de tareas, primero en
condiciones normales y después mientras eran sometidos a una técnica conocida
como estimulación magnética transcraneal, que aminoraba la actividad de esta
región cerebral.
Cuando la acción del lóbulo parietal se reducía, se distraían más y tardaban
un 25% más, como media, en completar las mismas tareas. Este resultado sugiere
que la zona cerebral actúa en el mantenimiento de la atención, pero aún queda
por explicar por qué razón un mayor volumen en la misma equivale a un menor
rendimiento en labores que requieren concentración. La hipótesis que manejan
Kanai y sus colegas es que la destrucción de algunas neuronas -y, por tanto, la
reducción de materia gris- es un proceso importante para la madurez.
En otras palabras, las personas con más materia gris en la corteza cerebral
(incluido el lóbulo parietal) serían también un poco más 'niños' y, en
consecuencia, algo más distraídos. "Típica mente, perdemos volumen cortical entre
la adolescencia y la madurez. En un sentido, esto parece un declive cognitivo.
Pero también se cree que es un proceso de optimización, en el que las neuronas y
sinapsis [contactos entre las células cerebrales] ineficientes son eliminadas",
argumenta Kanai.
Un equilibrio entre la capacidad de prestar atención y la posibilidad de
distraerse es necesario para la supervivencia humana. La explicación evolutiva
es que nuestros ancestros necesitaban concentrarse en tareas técnicas como
fabricar armas con piedras y huesos, pero no tanto como para obnubilarse en su
trabajo y no darse cuenta si hay un depredador al acecho. Hay que mantener
cierto interés por los estímulos espontáneos que surgen en el entorno, sin
llegar a distraerse con el vuelo de una mosca (porque entonces nunca se acabará
la fabricación del arma).
En un nuevo experimento que aún está en marcha, los investigadores están
intentando usar la estimulación magnética para modular la acción de distintas
regiones cerebrales e intentar mejorar el rendimiento de personas
"patológicamente distraídas". Kanai no espera que dé resultados "inmediatos",
pero en un futuro quizás pueda ayudar a desarrollar nuevas terapias contra
trastornos relacionados con la falta de atención.
Es increíble cómo la ciencia ha adelantado y ha ido descubriendo tantas cosas en cuánto a todo lo relacionado con el ser humano. Cada día avanza de una forma inimaginable....y eso siempre será bueno para el individuo.
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