"Él tiene ochenta años e insiste en desayunar con su mujer,
Y cuando le pregunté,
¿Por qué su mujer está en residencia de mayores?,
él respondió,
porque tiene alzheimer (pérdida de la memoria).
Entonces le pregunté, "
y respondió
"Ella ya no se acuerda… ya no sabe quien soy yo, desde hace cinco años que ya no me reconoce."
Yo sorprendido, le dije:
"¡qué bien! y aún así sigues desayunando con ella cada mañana a pesar de que ella no te reconoce."
El hombre sonrió, miro a mis ojos y me apretó la mano.
entonces me dijo:
"Ella no sabe quien soy yo, pero yo sí sé quien es ella."
En estos tiempos en que sabemos de tantos casos de desamor y enojos; es refrescante para nuestra alma esta historia que hace que la piel se nos ponga de gallina ante tanta demostración de amor de este hombre hacia su pareja.
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