Si conoces a un niño, ámalo.
Si conoces a un anciano compréndelo
Si conoces a un enfermo, consuélalo.
Si conoces a un solitario, dale tu compañía.
Si conoces a un débil, fortalécelo.
Todas esas cosas
–niño,
anciano,
enfermo,
solitario,
débil–
has sido o serás alguna vez.
Necesitarás entonces amor, comprensión, consuelo, compañía y fortaleza
Da todo eso cuando te necesiten,
y todo eso recibirás cuando lo necesites tú.
¡¡¡ Compréndelo !!!
El " Dar " de nosotros, de nuestra alma, de nuestro ser interno, de corazón sin esperar nada a cambio; siempre resulta reconfortante para nosotros mismos. Así que entre más demos amor, comprensión, tiempo, empatía, esfuerzo, compañía o aunque sea una buena mirada o palabra de alienta nos enriquece y a los demás les puede ayudar. Es como una fuente entre más demos más recibiremos.
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