O en la escuela o trabajo , cuando vemos a un compañero(a) callado y serio(a) , decimos que es sangrón , egolatra , envidioso(a) e incluso le inventamos chismes y/o apodos ; o porque simplemente nos " cae mal " le decimos muchas cosas .
O tambien cuando se ignoran o desprecian a las personas de edad avanzada , porque se dice que son " inutiles "
Pero que GRAN ERROR cometemos siempre , ya que siempre vemos lo superficial e incluso se ha creado un sociedad donde las personas bien vestidas " son las mejores " , pero que equivocados estamos .
Sabemos que muchas personas pasan por momentos dificiles en su vida y cuando no encuentran ayuda , caen y a veces les cuesta poder levantarse y volver a ser los mismos . Es entonces cuando nosotros debemos entrar en acción y podemos hacerles la vida mas facil con tan solo regalarles UNA SONRISA .
Es agradable cuando uno(a) esta triste , encontrar a personas y amigos que con su animo y una sonrisa , nos hacen sentir mejor y decirnos 'Animo' .
Por ello , amigo , amiga , yo te invito a ser mas alegre , ayudando a estas personas.
! Te imaginas a entrar a un lugar con mucha gente y cuando entras se guarda silencio , nadie te habla , todos te ven y solo se oyen rumores !
¿ Qué sentirias ?
Seria algo indescriptible , seria algo mas que llevar en tu gran cruz .
No , no , debemos ayudar a esas personas , no importando su apariencia , lo que importa es lo de adentro , dentro de su alma , dentro de su corazón .
Veamos el siguiente relato :
El primer día de clase que Doña Tomasa se enfrentó a sus alumnos de quinto grado, les dijo que ella trataba a todos los alumnos por igual y que
ninguno era su favorito. En la primera fila sentado estaba Pedrito, un
niño antisociable, con una actitud intolerable, el cual siempre andaba
sucio y todo despeinado. El año anterior, Doña Tomasa había tenido a
Pedrito en una de sus clases. Doña Tomasa veía a Pedrito como un niño muy
antipático.
A ella le daba mucho gusto poder marcar con lápiz rojo todo el trabajo que Pedrito entregaba con una "F" ( 5 ) . En la escuela donde Doña Tomasa enseñaba se le requería revisar el archivo de historia de cada alumno y el de Pedrito fue el último que ella revisó.
Cuando empezó a leer el archivo de Pedrito, se encontró con varias
sorpresas. La maestra de Pedrito de primer grado había escrito "Pedrito es un niño muy brillante y muy amigable, siempre tiene una sonrisa en sus
labios. El hace su trabajo a tiempo y tiene muy buenos modales. Es un
placer tenerlo en mi clase".
La maestra de segundo grado: "Pedrito es un alumno ejemplar, muy popular con sus compañeros, pero últimamente muestra tristeza porque su mamá padece de una enfermedad interminable".
La maestra de tercer grado: "La muerte de su mamá ha sido muy difícil para él. El trata de hacer lo mejor que puede, pero sin interés. El papá no
demuestra ningún interés en la educación de Pedrito. Si no se toman pasos
serios, esto va afectar la vida de Pedrito".
La maestra de cuarto grado: "Pedrito no demuestra interés en la clase.
Cada día se cohibe más. No tiene casi amistades y muchas veces duerme en clase".
Después de leer todo esto, Doña Tomasa sintió vergüenza por haber juzgado a Pedrito sin saber las razones de su actitud. Se sintió peor cuando todos sus alumnos le entregaron regalos de Navidad envueltos en fino papel, con excepción del regalo de Pedrito, que estaba envuelto en un cartucho de la tienda. Doña Tomasa abrió todos lo regalos y cuando abrió el de Pedrito, todos los alumnos se reían al ver lo que se encontraba dentro. En el cartucho había una botella con un cuarto de perfume y un brazalete al cual le faltaban algunas de las piedras preciosas. Para suprimir las risas de sus alumnos, se puso inmediatamente aquel brazalete y se echó un poco del perfume en cada muñeca. Ese día Pedrito se quedó después de la clase y le dijo a la maestra: "Doña Tomasa, hoy usted huele como mi mama".
Después de haberse ido todos, Doña Tomasa se quedó llorando por una hora.
Desde ese día cambió su materia. En vez de enseñar lectura, escritura y
aritmética, escogió enseñar a los niños. Doña Tomasa empezó a ponerle más atención a Pedrito. Ella notaba que mientras más ánimos le daba a Pedrito, más entusiasmado reaccionaba él. Al final del año, Pedrito se convirtió en el más inteligente de la clase y a pesar de que Doña Tomasa había dicho el primer día de clase que todos los alumnos iban a ser tratados por igual, Pedrito era su preferido.
Pasaron cuatro años y Doña Tomasa recibió una nota de Pedrito, la cual
decía que se había graduado de la secundaria y que había terminado en
tercer lugar. También le decía que ella era la mejor maestra que él había
tenido.
De ahí pasaron seis años cuando Doña Tomasa volvió a recibir noticias de
Pedrito. Esta vez le escribía que se le había hecho muy difícil, pero que muy pronto se graduaría de la universidad con honores y le aseguró a Doña Tomasa que todavía ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.
Pasan cuatro años más, cuando Doña Tomasa vuelve a saber de Pedrito. En
esta carta él le explicaba que había adquirido su postgrado y que había
decidido seguir su educación. En esta carta Pedrito también le recordaba
que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Esta vez la
carta estaba firmada por "Dr. Pedro Altamira".
Bueno, el cuento no termina ahí. En la primavera, Doña Tomasa volvió a
recibir una carta de Pedrito donde le explicaba que había conocido a una
muchacha con la cual se iba a casar y quería saber si Doña Tomasa podía
asistir a la boda y tomar el lugar reservado usualmente para los padres del novio. También le explicaba que su papá había fallecido varios años atrás.
Claro que Doña Tomasa aceptó con mucha alegría y el día de la boda se puso aquel brazalete sin brillantes que Pedrito le había regalado y también el perfume que la mamá de Pedrito usaba.
Cuando se encontraron, se abrazaron muy fuerte y el Dr. Altamira le dijo en el oído muy bajito "Doña Tomasa, gracias por haber creído en mí. Gracias por haberme hecho sentir que era importante y que yo podía hacer la diferencia".
Doña Tomasa, con lágrimas en los ojos, le respondió: "Pedro, estás
equivocado. Tú fuiste el que me enseñó que yo podía hacer la diferencia.
¡Yo no sabía enseñar hasta que te conocí a ti!"
Recordemos esas palabras de Jesucristo : " Amarás a tu projimo como a ti mismo "
Es reprobable esas personas que siempre juzgan y critican a otras personas , pero Dios les tomara en cuenta su delito .
Por ello , antes de decir algo de una persona , primero informate por boca de ella porque esta así .
Una injusticia hecha a un solo hombre, es una amenaza hecha a todos.
Joseph Collins
Juntos podemos hacer algo
*** Una injusticia hecha a un solo hombre, es una amenaza hecha a todos. ***
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