Fracaso: (según la Real Academia Española) es un suceso lastimoso, inopinado y funesto. Caída o ruina estrepitosa.
En la actualidad, la competencia en la sociedad ha estigmatizado el fracaso generando una incapacidad para asumirlo sin traumas ni complejos, ya que esto o aleja a las personas de asumir sus responsabilidades sin permitirle conformar un engranaje adecuado social mente en pro de la adaptación o las sume en una depresión sin retorno que resta capacidad de reacción a futuro.
Reconocer nuestros errores es fundamental para aprender de ellos, de lo contrario viviremos sumergidos en la mediocridad y la frustración de una vida sin mayores expectativas.
Para reaccionar ante los cambios de este mundo globalizado y trabajar en pro de nuestra felicidad debemos aceptar, enfrentar y superar, sin responsabilizar a otros de nuestros errores y tropiezos.
Es imperativo que la sociedad alcance un punto medio entre la competitividad y el buen uso de la palabra fracaso para que venga de hogares y escuelas el enfoque correcto y el manejo de las frustraciones, de igual manera, los psicólogos pueden ser de gran ayuda para orientarnos a encontrar dentro de nosotros mismos las herramientas necesarias para entender los fracasos y superarlos viéndolos como la gran experiencia que implican en nuestro camino, enseñándonos a reaccionar.
“Un guerrero de la luz acepta una derrota como derrota, sin tratar de convertirla en victoria. No hay nada malo en sufrir cuando sea necesario”
Paulo Coelho.
Entonces veamos el fracaso como una caída que enseña a levantarnos y prepararnos para estar atentos. Nuestra condición de humanos permite tropiezos como lecciones de vida que fortalecen a pesar del dolor que implican… transcurrido el duelo, disfrutemos el maravilloso aprendizaje que aquel fracaso dejó.
Inspirulina
*** Entonces veamos el fracaso como una caída que enseña a levantarnos y prepararnos para estar atentos. Nuestra condición de humanos permite tropiezos como lecciones de vida que fortalecen a pesar del dolor que implican… transcurrido el duelo, disfrutemos el maravilloso aprendizaje que aquel fracaso dejó. ***
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