Aprender a escuchar
El escuchar en forma empática es el poder acompañar a una persona en su momento de gran felicidad, pena, angustia o desafío, dejando que ella dirija el camino. Cuando escuchamos en forma empática, le dejamos saber a la otra persona que estamos presente y que la acompañamos en su trayectoria. Pero es la persona que tiene el desafío la que nos guiará. Hay conversaciones muy amenas, entre amigos o colegas, en que ambos competimos por hablar y compartir ideas. En cuanto al escuchar empático, no competimos por ser escuchados. Nuestro papel es el de estar presente, animar, y acompañar a otra persona.
A simple vista, el escuchar parece algo fácil, pero su maestría requiere tiempo y práctica. La escucha empática es una habilidad adquirida. Y aun cuando es adquirida, debemos de apartar suficiente tiempo para ponerla en práctica. La escucha empática es incompatible con el apuro y con nuestra vida tan acelerada. Tendremos que, por un momento, ponerla en cámara lenta y suspender nuestros pensamientos, nuestras necesidades y olvidarnos de todo al enfocarnos en la persona que nos habla. Es un proceso en el que no hay atajos.
La mayoría de nosotros, cuando le escuchamos a otro, lo hacemos con el propósito no tanto de escuchar en si, sino de ayudarle a esa persona a resolver su desafío. El fin de la escucha empática, en cambio, es permitirle a quienes poseen la contrariedad a empezar a escucharse a si mismos. En tanto se escuchan a si mismos ellos se equipan para resolver sus propios retos.
Esta metodología para escuchar fue desarrollada por Carl Rogers, en su libro Psicoterapia Centrada En El Cliente, para uso en la terapia, liderazgo y gestión de empresas. Aquí hacemos uso de la misma en la mediación —durante la reunión preliminar. Además, nuestros clientes mejoraran sus habilidades en cuanto a la negociación interpersonal a medida que vayan adquiriendo esta destreza, la que podrán utilizar durante la sesión conjunta.
Parte del dilema es que todos pensamos saber escuchar y muchos nos consideramos excelentes en cuanto a nuestras habilidades para escuchar. ¿Un libro entero, cómo el de Rogers, dedicado a cómo escuchar? En mis talleres sobre el tema de la escucha empática, pido a los participantes a que traigan un desafío que estén dispuestos a compartir con otras personas.
A medida que la persona va explicando el problema que siente, y desarrollando el tema, me he dado cuenta que muchos pierden la paciencia fácilmente. Queremos obtener las cosas en forma casi instantánea. Una forma de lidiar con este desafío ha sido tomar videos de voluntarios —que generosamente han estado dispuestos a compartir sus desafíos— y de las horas de video solo compartir algunos de los cortes que ilustren el material didáctico.
Se dice que una imagen vale más de mil palabras y podríamos agregar, que un video vale más de mil imágenes en cuanto a la conducta humana. Es mi meta el poder darle vida a algunos de estos momentos, para así ilustrar lo que es el escuchar en forma empática. Además, recomiendo al lector los libros mencionados al final del capitulo, pero con una reserva, que incluyo en la sección sobre sistema de valores.
El propósito de este capitulo, entonces, es el de explicar más a fondo el uso del escuchar empático, para poder utilizarlo en la reunión preliminar, usando el modelo de la mediación dirigida por el individuo. Pero podemos comenzar hoy mismo a practicar el uso del escuchar empático en nuestro hogar, con nuestros amigos, en el trabajo, o donde quiera que tengamos intercambios interpersonales con otras personas.
Futuro (Revista Trimestral Latinoamericana y Caribeña de Desarrollo Sustentable
Siempre es bueno saber que contamos con personas que nos aman, solo que hay ocasiones que necesitamos que alguien "nos escuche" con verdadera atención, lo malo es que en muchas ocasiones no lo logramos, pues pasamos a ser como muebles, cosas,: Sabemos también que no hay nada en la vida estático que todo regresa una y otra vez. Lo bueno es que en ocasiones viene a nuestra memoria , recordando alegremente que tuvimos la oportunidad y bendición que en momentos muy difíciles escuchamos a nuestros seres amados en condiciones negativas. Eso nos sstisface y nos acerca a Dios, al que al inclinarnos a orar siempre tenemos fe en que Él siempre tiene tiempo para escucharnos, ya que es Dios de amor, de la eternidad, la perfección. *** Quiero dar gracias a mis hijas, quienes a pesar de sus múltiples ocupaciones, me han dado la oportunidad de hacerme escuchar***
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