Los años arrugan el rostro,
pero perder el entusiaimo, arruga el alma
Las preocupaciones, la duda, el egoismo, el miedo,
la desesperación, estos son largos, largos años
que inclinan la cabeza y llevan el espíritu nuevamente al polvo.
Trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema
de mi vida, todo de una vez.
No pretenderé mejorar o disciplinar a nadie,
sino a mi mismo
Me adaptaré a las circunstancias sin pretender que las circunstancias
se adapten a mis deseos
No hay comentarios:
Publicar un comentario