Estaba el filósofo Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía
confortablemente a base de adular al rey. Y
le dijo Aristipo:
“Si aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de lentejas”.
A lo que replicó Diógenes:
“Si hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey”.
Por Antonio de Mello
Está en cada uno de nosotros el poder escoger cómo queremos y lo que deseamos ser. Así que es cuestión de decidir.
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