Reflexiona: Las cosas simples.
La humildad va de la mano con la sencillez que nos enseña a valorar las cosas simples, por ejemplo, la naturaleza, las pequeñas alegrías de cada día, las expresiones de afecto de nuestros amigos y los logros que obtenemos. Muchas personas dejan de apreciar eso y se sacrifican buscando una vida llena de supuestos atractivos como los viajes, los bienes materiales y las constantes diversiones. Nada de eso es garantía de la felicidad, ni asegura el bienestar, ese camino es sólo un laberinto dónde cada vez se buscan cosas más raras y complicadas que nunca nos satisfacen y en ocasiones puede llegar a ser la puerta de entrada a graves problemas como la drogadicción o el alcoholismo. Una persona sencilla es una persona abierta, dispuesta a aprender, que se sorprende con lo que le aportan los demás. Al liberarse de las barreras del orgullo, es capaz de disfrutar y valorar en su medida la riqueza del mundo.
Tú puedes expresar la humildad y la sencillez de mil maneras: habla de forma clara y da la palabra a los demás, no intentes aleccionar a tus amigos, no presumas lo que sabes o lo que tienes con personas que están en desventaja, viste con ropa sencilla, entrénate en tareas como lavar y barrer, adquiere sólo lo necesario y nunca seas necio o caprichoso. Con estos mínimos cambios serás cada día más sencillo y despertarás el cariño y la comprensión de los demás. Tu máximo orgullo será ayudar a los otros y tu mayor muestra de humildad, pedirles su ayuda.
“El rey Arturo lo sabe: la humildad es la virtud de los caballeros.”
—Excalibur, 1981.
En la actualidad no es necesario barrer, limpiar ni desempeñar puestos así de sencillos, puedes ser el personaje más importante de cualquier compañía, lo que nunca debe hacerse es sentirse más que nadie, ya que cuando lo hacemos es cuando menos valemos hacia nosotros mismos y hacia los demas. La regla de oro es el respeto y la consideración hacia uno mismo y hacia los demás
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La humildad va de la mano con la sencillez que nos enseña a valorar las cosas simples, por ejemplo, la naturaleza, las pequeñas alegrías de cada día, las expresiones de afecto de nuestros amigos y los logros que obtenemos. Muchas personas dejan de apreciar eso y se sacrifican buscando una vida llena de supuestos atractivos como los viajes, los bienes materiales y las constantes diversiones. Nada de eso es garantía de la felicidad, ni asegura el bienestar, ese camino es sólo un laberinto dónde cada vez se buscan cosas más raras y complicadas que nunca nos satisfacen y en ocasiones puede llegar a ser la puerta de entrada a graves problemas como la drogadicción o el alcoholismo. Una persona sencilla es una persona abierta, dispuesta a aprender, que se sorprende con lo que le aportan los demás. Al liberarse de las barreras del orgullo, es capaz de disfrutar y valorar en su medida la riqueza del mundo.
Tú puedes expresar la humildad y la sencillez de mil maneras: habla de forma clara y da la palabra a los demás, no intentes aleccionar a tus amigos, no presumas lo que sabes o lo que tienes con personas que están en desventaja, viste con ropa sencilla, entrénate en tareas como lavar y barrer, adquiere sólo lo necesario y nunca seas necio o caprichoso. Con estos mínimos cambios serás cada día más sencillo y despertarás el cariño y la comprensión de los demás. Tu máximo orgullo será ayudar a los otros y tu mayor muestra de humildad, pedirles su ayuda.
“El rey Arturo lo sabe: la humildad es la virtud de los caballeros.”
—Excalibur, 1981.
En la actualidad no es necesario barrer, limpiar ni desempeñar puestos así de sencillos, puedes ser el personaje más importante de cualquier compañía, lo que nunca debe hacerse es sentirse más que nadie, ya que cuando lo hacemos es cuando menos valemos hacia nosotros mismos y hacia los demas. La regla de oro es el respeto y la consideración hacia uno mismo y hacia los demás
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GUUUAAAUU!!, sabios consejos y hermoso comentario...¡es sumamente reconfortante poder leer estos pensamientos!!...La vida puede ser tan sencilla y llena de felicidad, pero inexplicablemente nos la complicamos de la forma más absurda...
ResponderEliminarPara comprender cada una de las palabras antes dichas debemos estar seguros que si estamos en situaciones más fáciles para nosotros o sea en puestos o lugares más privilegiados, no es que seamos mejores sino que es cuestión de suerte (por llamarlo de alguna manera) pero eso si debemos estar ciertos de que todos somos iguales, así es que no hay porqué no ser humildes.
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