Desde que abrí los ojos esta mañana he sentido un agradecimiento muy especial a Dios pues me
siento muy bien, muy contenta y tranquila.
Ha sido un gusto muy especial, pues platiqué por
medio de ese invento tan maravilloso y actual que se llama Skype con mi amada hija (la de en
medio) mi hermosa Marthita hasta donde se encuentra, nos vimos, la veo muy guapa como
siempre, platicándome de su
trabajo, de sus días de azueto, de la playa y en fín un cúmulo de temas que me hacen redoblar mi
agradecimiento al Altísimo y desear siga llena de salud y proyectos.
Es una gran mujer, hija,
hermana tía, etc etc.
Gracias mi Dios
Martha De la Vega
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