Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegue a un punto de mi vida en que no me apetece perder mas tiempo con aquello que me desagrada o hiere.
No tengo paciencia para el cinismo, las críticas excesivas y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.
Ya no dedicaré ni un minuto a quien me miente o quiere manipularme. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos.
No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones.
Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.
No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales.
Y encima de todo, ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia.
Meryl Streep.
´*** Y encima de todo,
ResponderEliminarya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia. ***