Que el hastío de tu anochecer no reclame más que lo que pudo ganar el deseo de tu mañana. Rabindranath Tagore
No me dejes pedir protección ante los peligros,
sino valor para afrontarlos.
No me dejes suplicar que se calme mi dolor,
sino que tenga ánimo para dominarlo.
No me dejes buscar aliados
en el campo de batalla de la vida,
como no sea mi propia fuerza.
No me dejes anhelar la salvación
lleno de miedo e inquietud,
sino desear la paciencia necesaria
para conquistar mi libertad.
Concédeme no ser un cobarde,
experimentar tu misericordia
sólo en mi éxito;
pero déjame sentir que tu mano
me sostiene en mi fracaso.
Rabindranath Tagore
Por piedad...no me dejes flaquear ni soltarme de tu mano; ya que sin ella no puedo nada.
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