Tenemos que remontarnos a nuestra más tierna infancia para empezar a recopilar todos esos mensajes depositados en nuestra memoria que han hecho que desvirtuemos completamente el concepto de amor.
Muchos al llegar a casa y contar que un niño/a nos molestaba, hemos recibido como respuesta: “No hagas caso, eso es por que le gustas”, o ya en la adolescencia si alguien nos ignoraba por completo, nuestras amigas/os nos comentaban que esa actitud se debe a que “se está haciendo el interesante contigo porque le gustas”.
Y así, hay infinitas frases y situaciones de las que hemos extraído varios mensajes absolutistas tremendamente nocivos respecto al amor: “Si te quiere te hará sufrir“, “te trata con indiferencia porque quiere llamar tu atención” o “es celoso/a porque le importas y no soporta la idea de verte con otro/a”.
¿Cómo deshacernos de esa
Desmontando los mitos del amor romántico
Si muchas conductas actuales se extraen del patriarcado en el que hemos vivido, el amor no podría ser menos.
Esta idea del amor envuelto en pasión, lujuria, celos, sufrimiento, violencia y malestar no solo hace daño a las mujeres, sino también a los hombres que deben asumir un rol de “súperhombres” que puede estar a años luz de su verdadera sensibilidad y manera de entender las relaciones.
Pero parece que si ambos sexos se alejan de lo dictaminado por su género no van a poder lograr la relación pasional e ideal que toda la sociedad espera de “las grandes historias de amor“.
Sin embargo, este amor está muy alejado de las verdaderas parejas que funcionan. El psicólogo Robert Sternberg fue el primero en estudiar los tipos de amor que existían, y en ninguno de ellos los celos, la violencia, el control sobre el otro o el aislamiento de los demás aparecían en sus definiciones.
El daño que nos han provocado los mensajes de los grandes medios
Para algunas cuestiones es difícil encontrar el origen social que sustenta alguna idea enferma que está causando daño a las personas, pero en el amor es fácilmente localizable si tienes el valor de acercarte con actitud crítica.
Algunos de los mensajes que nos lanzan desde las películas y canciones son subliminales, parecen películas bonitas pero en realidad no exponen una relación de forma natural, donde las historias están llenas de clichés
pseudorománticos que no hacen otra cosa que alimentar aún más la idea disfuncional que algunos recibieron de niños acerca de cómo debe ser una idea de pareja.
Una mujer no tiene porqué ser rescatada, ni un hombre tiene la obligación de rescatarla de nada ni de nadie. Las personas, hombres y mujeres, debemos intentar ser autosuficientes emocionalmente y encontrarnos con el otro porque nos complemente y nos aporte mayor plenitud a nuestra vida.
Las ideas disfuncionales acerca del amor no provienen solo del cine, la televisión o la música. Están en todas las esferas humanas, es por eso que cuando la violencia y el maltrato aparecen se hace tremendamente difícil establecer una prevención a todos los niveles. Pero solo así, se podrá conseguir el cambio.
No hace mucho tiempo salió al mercado un libro que se titulaba “Cásate y sé sumisa”. No es un libro titulado de forma irónica para llamar la atención del lector/a, es un libro cómo su título claramente indica formulado para “enseñar ” a las mujeres como ser unas buenas esposas.
Los aspectos que parecen indicar que tu amor “no es de tu talla”
Existen muchos indicadores que pueden revelar que estás viviendo una relación abusiva, disfuncional, que te anula como persona y te hace experimentar emociones tóxicas continuamente:
Te ignora
La persona que tienes a tu lado no se preocupa cuando estás mal ni tampoco cuando algo te va bien. Simplemente ignora todo aquello que solo tiene que ver contigo, solo le interesa lo que tú puedas darle y el beneficio que él/ella saca de la relación.
No formas parte de sus decisones
Solo hace planes contigo cuando implica que tú te adaptes a los planes que él/ella ya ha hecho: No cuenta con tu opinión para disfrutar del ocio juntos. Simplemente busca un plan que le convenza y tú eres simplemente un añadido más en él, sin participar en la toma de decisiones.
Te aísla
Se muestra contrariado cuando quedas con tus amigos, a los que casualmente siempre critica: Esta persona practica el egoísmo por causa directa de la falta de autoestima que padece
Los celos no son síntoma de que te quiere, solo de que tiene miedo a todo y a todos porque su inseguridad le hace sentir que no está a tu altura y en que cualquier momento puedes engañarlo/a con otra persona. Es su ego dañado lo que más teme, mucho más que el hecho de que pueda perderte.
y boicotea tus aspiraciones
No respeta tus aspiraciones: Continuamente boicotea lo que deseas hacer en la vida, ridiculiza tus aspiraciones laborales, académicas o personales. Adopta continuamente una actitud altiva e irónica de lo que emprendes.
Sus frases preferidas son ” No sé ni para que lo intentas”, “es absurdo ahora eso, ya no tienes edad” , “¿pero con eso vas a ganar ya más dinero o no?” o “haces esto como primer paso para dejarme”.
Deja las perdices y busca un cuento de amor de tu talla, que ni apriete ni duela
Es mucho mejor en esta vida estar sola/solo que con una persona a nuestro lado que lo único que nos aporta es malestar. Que al cruzar la puerta de entrada de nuestra casa estemos rezando para que no esté o ya esté durmiendo y no soportar otra tanda más de sus impertinentes preguntas.
La soledad es maravillosa si sabes disfrutar de ella, y siempre será mejor que estar con una persona que nos oprime, que nos desvaloriza y que nos controla para obtener siempre un beneficio para él/ella.
Haz caso del cuento de “Las cenicientas que no querían comer perdices”, y déjate de cuentos y príncipes. Toma las riendas de tu vida, y para la próxima vez cambia los cuentos y los príncipes que se convierten en rana por una historia real , en la que ambos practiquéis el amor y la comprensión que hace que el amor sea mucho más interesante y duradero que el que nos venden en algunas películas.
La Mente es Maravillosa
*** Es mucho mejor en esta vida estar sola/solo que con una persona a nuestro lado que lo único que nos aporta es malestar. Que al cruzar la puerta de entrada de nuestra casa estemos rezando para que no esté o ya esté durmiendo y no soportar otra tanda más de sus impertinentes preguntas. ***
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