La autocrítica es buena y tiene sentido cuando es constructiva, esto es, nos ayuda a comprendernos mejor y a superarnos. Pero cuando ésta se vuelve cruel a punto de generar sentimientos de culpa o resignación al fracaso, nos llevan a un desequilibrio emocional que nos paraliza.
Conductas autodestructivas
Las conductas autodestructivas deberían analizarse con atención. Generalmente, suponen una retroalimentación negativa que es muy difícil de quebrar. Puede ser que la autodestrucción sea incluso un recurso para llamar la atención, para pedir ayuda... pero tengamos en cuenta que no siempre estamos rodeados de personas que sean capaces de contenernos o ayudarnos en los momentos duros, por lo tanto, debemos encontrar en nosotros mismos argumentos y energías que nos permitan generar un impulso superador.
Conocernos mejor
¿Cómo salir adelante? El primer paso es volcar una mirada generosa sobre nosotros mismos. No se trata de autoengañarnos ni de crear una falsa imagen de nuestra identidad ¿Por qué no aceptarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y flaquezas?Nadie es perfecto, pero en la medida que nos reconozcamos y nos aceptemos, tendremos más herramientas a nuestra disposición. Fortaleciendo nuestro propio juicio, será más fácil independizarnos de lo que piensan los demás.
El sentido del humor
Nuestras debilidades pueden tener también un lado positivo, un aspecto que puede tomarse con humor. Una mirada benevolente sobre nuestros errores, ayuda a superarlos. Cuando uno aprende a reírse de uno mismo, el juicio ajeno resulta intrascendente, irrelevante. Nadie podría herir nuestra autoestima porque ninguna opinión tiene por qué ser más importante que la nuestra. ¿Si uno le pierde el miedo al error propio porque habría de temerle a la mirada del otro?
Creer en uno mismo
A fin de cuentas, cuando uno se ha aceptado, no teme reconocerse tal cual es. Esto nos da una gran fortaleza para enfrentarnos al mundo. La vida ya no nos asusta, porque sabemos mantener el equilibrio emocional y perseguir nuestras metas con la clara convicción de lo que deseamos realmente para nuestra vida.
Conductas autodestructivas
Las conductas autodestructivas deberían analizarse con atención. Generalmente, suponen una retroalimentación negativa que es muy difícil de quebrar. Puede ser que la autodestrucción sea incluso un recurso para llamar la atención, para pedir ayuda... pero tengamos en cuenta que no siempre estamos rodeados de personas que sean capaces de contenernos o ayudarnos en los momentos duros, por lo tanto, debemos encontrar en nosotros mismos argumentos y energías que nos permitan generar un impulso superador.
Conocernos mejor
¿Cómo salir adelante? El primer paso es volcar una mirada generosa sobre nosotros mismos. No se trata de autoengañarnos ni de crear una falsa imagen de nuestra identidad ¿Por qué no aceptarnos tal cual somos, con nuestras virtudes y flaquezas?Nadie es perfecto, pero en la medida que nos reconozcamos y nos aceptemos, tendremos más herramientas a nuestra disposición. Fortaleciendo nuestro propio juicio, será más fácil independizarnos de lo que piensan los demás.
El sentido del humor
Nuestras debilidades pueden tener también un lado positivo, un aspecto que puede tomarse con humor. Una mirada benevolente sobre nuestros errores, ayuda a superarlos. Cuando uno aprende a reírse de uno mismo, el juicio ajeno resulta intrascendente, irrelevante. Nadie podría herir nuestra autoestima porque ninguna opinión tiene por qué ser más importante que la nuestra. ¿Si uno le pierde el miedo al error propio porque habría de temerle a la mirada del otro?
Creer en uno mismo
A fin de cuentas, cuando uno se ha aceptado, no teme reconocerse tal cual es. Esto nos da una gran fortaleza para enfrentarnos al mundo. La vida ya no nos asusta, porque sabemos mantener el equilibrio emocional y perseguir nuestras metas con la clara convicción de lo que deseamos realmente para nuestra vida.
Publicado por: Aimé
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