Mis ideas, mis pensamientos, mis deseos fervientes, siempre estarán al lado de mis hijas, pidiendo
a Dios por su bienestar espiritual, emocional, material y de salud.
Las tres están apartadas de mí,
sé muy bien que eso es sano ya que las he dejado a cada una en su espacio y sólo las veo cuando
tienen un tiempo libre para mi y así lo han hecho pues nunca lo olvidan, ellas mismas han
diseñado sus alas según el tamaño de sus ilusiones con uno que otro tropiezo como es natural,
pero al fin y al cabo lo han podido hacer y esa es una de las cosas que me mantiene orgullosa,
tranquila y agradecida con la vida.
Que Dios Nuestro Señor las bendiga mis tesoros Sarita,
Marthita y Yayis, lo mejor del amor es la libertad se lo han ganado pues son unas hijas ejemplares.
Mamá
Martha De la Vega
Mis hijas, mi orgullo, mi esperanza, mi amor y mi fé más grandes para que puedan llegar a la meta trazada por cada una de ellas en este largo y hermoso viaje que se llama vida.
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